viernes, 22 de noviembre de 2019

Un trocito más de Lili, la intrépida hija del duque:


─Hace un buen rato que lord Weymouth espera abajo, milady ─contestó por fin─. No sé por qué le tiene tanta ojeriza, es un caballero guapísimo. ─Liliana enarcó las cejas y se quedó mirando a su criada hasta que ella se ruborizó.
─Lo es. Pero eso no implica que yo deba de soportarlo pegado a mi trasero cada vez que salgo.
─¡Milady, por Dios!
─¡A mi trasero! ─repitió Liliana con más énfasis, haciéndose con los paquetes que había sobre la cama, antes de que a la criada le diese tiempo de ayudarla. Se le calentaba la sangre de solo pensar que, una vez más, debería soportar la presencia de Patrick. Hacía quince días que no podía realizar sus habituales salidas sin llevarlo de escolta, y esa tarde tendría que volver a aguantarlo. Su padre la había dado a elegir: o con Weymouth de escolta o en casa.

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