lunes, 10 de junio de 2019

Artículo: El cabello femenino en las distintas épocas


Vamos a dar un breve paseo por la historia a través de los distintos peinados de las mujeres. 

Desde el siglo V hasta el XI lo llevaban largo, cuanto más mejor, y trenzado, dejando descubierta la frente que cubrían con cintas, flores o piedras preciosas. Dado que el cabello suponía una muestra de erotismo, las mujeres que estaban casadas lo cubrían con velos. También se usaba recoger las trenzas en rodetes sobre las orejas que adornaban con redecillas doradas o de seda. 

En los siglos XIII y XIV la moda pasaba por cuatro trenzas unidas en la coronilla y cubiertas por una redecilla con adornos múltiples. La Iglesia fue la principal causante de que se cubriesen el cabello tanto solteras como casadas, ya que decían que era pecaminoso y exhortaba al varón al pecado. 

En el siglo XVIII los peinados eran ostentosos y mayormente artificiales. Se pusieron de moda las pelucas extravagantes. El uso de las pelucas se impuso durante el reinado de Luis XIV de Francia, conocido como El Rey Sol. Francia iba a la cabeza de la moda y toda Europa les imitó. Se dice que Luis XIV tenía decenas de peluqueros para diseñar sus pelucas. Las de los hombres solían ser blancas, pero las de las mujeres llegaron a ser altísimas (cuanto más altas, más importante era la dama en la sociedad), y de colores tan extravagantes como el rosa, el morado o el azul. Sobre 1715 la moda era llevarlas empolvadas de polvo blanco (de arroz o de harina de trigo), aunque también había polvos en tonos rosas, azules o grises. A bailes y actos importantes, muchas mujeres llevaban pelucas y postizos que también empolvaban. 

Durante el Imperio Napoleónico/Regencia, se llevaba el cabello recogido, con rizos en la frente y sobre las orejas, normalmente atado con un rodete en la nuca. Nada de cabello suelto. Y para la calle se usaban gorros para cubrirlo. 

A partir de la Revolución Francesa y la Revolución Industrial se impuso mostrar la distancia con los excesos de la Corte, por lo que las pelucas, adornos y abalorios dejaron de usarse. 

Con el triunfo del capitalismo en el siglo XIX y al mejorar la higiene, aparecieron nuevas profesiones, una de ellas, los peluqueros, que atendían a las clientas de las clases burguesas en muchos casos yendo a su domicilio. Estos expertos en el cabello lavaban y peinaban a cambio de remuneración económica. Se diferenciaron así de los antiguos "peluqueros" de la Corte que en su mayoría eran doncellas o sirvientes. 

Las mujeres más humildes sujetaban sus cabellos principalmente con moños, ya que esa era la forma más decorosa del momento. Las burguesas adoptaron, por su sencillez, también este tipo de peinado. Para salir a la calle, cubrían sus moños sujetos a la nuca con horquillas y redecillas, con los adecuados sombreros.

Os dejo un vídeo muy interesante sobre la moda del cabello a través de las distintas épocas:


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