domingo, 19 de mayo de 2019

Artículo: Los caminos, las carreteras, los mapas en la Regencia

Hay quien pensará que con decir simplemente que la protagonista iba de un sitio a otro, es suficiente para ponernos en situación. Pero yo, que siempre acabo liándome cuando busco datos para las novelas, necesito imaginarme los caminos y las carreteras por las que transitaban los carruajes de mis personajes. E investigando, investigando, he dado con John Cary, un cartógrafo inglés que seguro os va a interesar.

Nació en Corsley allá por el año 1754, y comenzó haciendo trabajos de aprendiz hasta que pudo abrir su propio negocio cuando contaba con veintinueve años. Su buen hacer consiguió que se ganara una inmejorable reputación, y sus mapas se convirtieron en una referencia para los viajeros.

Siete años después de abrir su negocio, el Director General de Correos le hizo un encargo muy especial: un itinerario pormenorizado de las carreteras inglesas y galesas. Ayudado por varios cartógrafos de su equipo, consiguieron realizar el trabajo en cuatro años, de modo que en 1794 se sacó a la luz el Nuevo itinerario de Cary. Contenía rutas de viaje, ya fuera por tierra o por mar, centrándose más en las medias distancias. Hubo una segunda edición más completa en 1817, que incluía datos de interés acerca de los lugares. Así que, el que piense que las guías modernas son un invento de nuestro tiempo, solo tiene que ver lo que consiguió este inglés durante esa época que nos enamora llamada Regencia.

He sabido que esta edición tenía, incluso, un mapa que se desplegaba, donde se podían encontrar todas y cada una de las carreteras existentes en Inglaterra y Gales (sin olvidar algunas de las que partían hacia Escocia), pero sin la pompa de otras obras anteriores en las que parecía primar el adorno. Un mapa no necesita de adornos en los laterales, necesita ser claro y capaz de indicar al viajero el camino correcto. Y así lo hizo Cary. Con un montón de detalles que le venían de maravilla a quienes se echaban a la carretera. Quiero decir que, según he leído, la guía de este inglés no solo indicaba las carreteras, distancias incluidas, sino que aparecían las distintas posadas que podían encontrarse en el itinerario (restaurantes y hoteles de ahora) y las que tenían servicio de alquiler de carruajes o caballos (nuestras gasolineras), trazado de los ríos y canales navegables. Según he podido averiguar, incluía incluso las salidas de barcos. Y para rizar el rizo, él y su equipo revisaban los caminos tomando nota de los cambios que se iban produciendo, estudiaban los errores que se pudieran haber cometido en las ediciones y los modificaban.

En la edición de 1819, Cary incluyó mapas de los alrededores de Londres, dibujados sin ornamentación, sencillos de entender, que era lo que el público requería. Por descontado, si una cliente era más pijín y lo quería coloreado, se le hacía, a mano, siempre que pagara el suplemento exigido.

Para terminar, os dejo algunas de las publicaciones de Cary:

Atlas de Inglés Nuevo y Correcto (1787)

Britannia de Camden (1789) - mapas para las ediciones 1789 y 1806

El compañero del viajero de Cary (1790)

Nuevos mapas de Inglaterra y Gales con parte de Escocia (1794)

Navegación interior; o Planes selectos de los varios canales navegables en Gran Bretaña (1795)

Un nuevo mapa de Escocia (1801)

Espero que os haya parecido interesante y que sirva para que, mientras leéis una novela de Regencia, podáis situaros mejor en el entorno de nuestros protagonistas.
***Información obtenida, entre otros sitios, de https://regencyredingote.wordpress.com/

 

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