domingo, 26 de mayo de 2019

Artículo: Historia de la menstruación


Sí, este es un tema sobre el que todas, hablando de las protagonistas de nuestras novelas románticas, nos hemos interrogado montones de veces. Así que era solo cuestión de tiempo -y de un largo y difícil trabajo de campo-, que dedicara un artículo a la menstruación.

Comenzaré haciendo primero un poco de historia.

La pérdida mensual de sangre en la mujer al ser un signo externo y evidente, llamó la atención a los pueblos de la antigüedad. Por tanto no es de extrañar que llevara aparejados temores sociales o personales y también diversas supersticiones. Tal vez uno de los primeros temores inspirados por la menstruación ocurriera en la prehistoria entre los cazadores, ante el riesgo de contaminarse con la sangre menstrual y que pudiese atraer animales aumentando el riesgo de ser atacados.

Para los persas (800 a.C.), la mujer que había tenido un hijo, igual que la mujer que estaba menstruando, era "impura" y se le aislaba por cuatro o más días en un cuarto que tenía desparramada paja seca y alejada quince pasos del fuego y el agua (elementos limpios). En la India oriental (Siglo VI a.C.), los ritos de purificación de la mujer menstruante eran muy precisos, y establecían que la mujer debía frotarse los dientes, hacer gárgaras doce veces y lavarse manos y pies; posteriormente zambullirse doce veces en el río, y tras salir de él, frotarse con lodo que llevara estiércol fresco, volver a zambullirse en el agua treinta y cuatro veces, y repetir las friegas de lodo; repetir la inmersión veinticuatro veces, frotarse el cuerpo con azafrán y, para terminar, otros veinticuatro chapuzones más.

Mucho se ha especulado sobre la causa de la menstruación y durante mucho tiempo (hasta fines del Siglo XIX) prevalecieron las ideas de la medicina griega, que la veían como una forma de excreción de residuos. Hipócrates (466-377 a.C.) consideraba que la sangre menstrual era un producto de desecho y esto era debido a que la mujer generaba demasiada sangre. Apuntaba que el origen de este sangrado se debía a que la mujer era excesivamente caliente y solo por este medio lograba atemperar el organismo. Galeno (Siglo II d.C.), pensaba lo contrario, pues para él la sangre menstrual aparecía debido a la imperfección de la mujer, que era fría y húmeda, por la falta del calor necesario, lo que causaba una digestión anormal de los alimentos; la función del sangrado era eliminar los materiales de desperdicio.

La tradición popular y religiosa romana le imputaba a la menstruación efectos peligrosos y maravillosos. El principal divulgador de estas ideas fue Plinio El Viejo (23-79 dC) quien pensaba que nada era más poderoso, para bien y para mal, que la sangre mensual de las mujeres.

Estas son algunas de las cosas que se le atribuían a la menstruación: podía curar verrugas, manchas de nacimiento, gota, bocio, hemorroides, epilepsia, lepra, dolores de cabeza... Podía alejar a los demonios , se utilizó como una ofrenda a algún dios y para hacer filtros y encantamientos de amor.

En los siglos XVIII y XIX la "melancolía" se puso de moda. Los casos de depresión y suicidio, cuando sus protagonistas eran del género femenino, se relacionaron con el supremo poder del útero, que actuaba a capricho sobre el estado de la mujer. La mayoría de las autoridades médicas creían que durante el periodo menstrual la mujer estaba especialmente débil y predispuesta a una gran variedad de enfermedades perniciosas. Para ello recomendaban reposo y tratar de evitar cualquier tipo de actividad física o mental. Estaba completamente prohibido bailar, montar en bicicleta, correr, remar, así como cualquier tipo de ejercicios atléticos; también era peligroso viajar en automóvil, tren o carruaje.

El misterio del origen de la menstruación comenzó a desvelarse en 1908 por dos médicos de la Universidad de Viena, Fritz Hitschman (1870-1926) y Ludwig Adler (1876-1958).

Vemos pues que la historia de la menstruación evoluciona desde el concepto mágico y astral, pasando por las teorías filosóficas que la catalogaron como un producto de la digestión además de una demostración de la inferioridad de la mujer, hasta que en el siglo XX, gracias a los avances de la ciencia, se descubrió que los órganos genitales femeninos tenía funciones específicas orientadas a la búsqueda de la gestación. Fue así que después de cientos de años de ignorancia, se lograron eliminar la mayoría de las supersticiones que existían sobre la sangre menstrual, a pesar de que, aún a día de hoy, al concepto de inferioridad de la mujer todavía le falta experimentar muchos e importantes cambios.

Voy a intentar ahora responder a algunas de las preguntas que nos hemos hecho muchas veces:

¿Qué hacían, cómo se las apañaban nuestras congéneres en la antigüedad cuando tenían la regla?

La historia de las mujeres, especialmente sus asuntos cotidianos, resultaba inadecuada o poco interesante hasta para hablar de ella. Durante siglos, en las culturas europeas, las mujeres solo eran "buenas" para un número limitado de cosas y habida cuenta que eran los hombres los que dominaban el cotarro, no es de extrañar que una de las razones por las que no se sabe muy bien lo que hicieron las mujeres en el pasado, en cuanto a sus periodos se refiere, es porque la mayoría de la información que nos ha llegado ha sido a través de los hombres, y ellos apenas han hablado de "estas cosas de mujeres". Es casi imposible saber a ciencia cierta lo que usaron las mujeres en la mayoría de las culturas, aunque con toda probabilidad, desde siempre, habrían utilizado almohadillas, trapos, esponjas, hierba, pieles y otros materiales absorbentes.

La primera evidencia que ha llegado hasta nuestros días de qué era lo que usaban las féminas durante la menstruación viene del antiguo Egipto. Los investigadores creen que las mujeres egipcias usaron papiros ablandados y hierbas para producir una especie de tampones rudimentarios de usar y tirar. En la época romana se piensa que utilizaban algodón y lana. Y, en general, en todo el mundo, las pieles de animales fueron usadas para absorber la sangre menstrual.

¿Las mujeres del pasado perdían menos sangre que las de la actualidad? En caso afirmativo, ¿era una opción, como en algunas partes se apunta, que esa sangre la absorbieran sus propias ropas? ¿O usaban toallas o algún tipo de compresa? Y si era así ¿cómo lo sujetaban al cuerpo o a la ropa?

No se sabe, o al menos no se puede estar seguro, de cuál es el nivel de pérdida de sangre que tenían las mujeres en el pasado. Al parecer esto puede variar con la dieta y la gente no estaba tan bien alimentada en el pasado como ahora.

Aparentemente muchas mujeres de ciertas partes de Europa entre 1700 y 1900 no utilizaron nada en especial: ni trapos, ni toallas sanitarias, ni esponjas, ni cualquier otra cosa durante la menstruación porque sangraban en su propia ropa. Y dado que la mayoría de los primeros colonos de América procedían de Europa, lo más probable es que estadounidenses y canadienses también lo hicieran así.

En 1700 (y mucho antes) las mujeres y los hombres en Europa y América llevaban una camisa larga desde los hombros hasta las pantorrillas, pegada a su piel de día y de noche. Esta era su única ropa interior. Las clases ricas y superiores llevaban esta misma camisa pero en versión de lujo.

Solo los hombres llevaban pantalones como ropa exterior, un símbolo de su autoridad (de ahí el dicho "el que lleva los pantalones"), aunque las mujeres a veces los usaban como ropa interior cuando viajaba o cuando el clima era frío.

En 1757 un médico alemán (Christian TE Reinhard) dio una razón por la que las mujeres no debían usar pantalones o ropa interior cerrada: "sus genitales necesitan aire para permitir que la humedad se evapore, para evitar que se descomponga y dé olor". Pero reconoció, sin embargo, que las mujeres podían usarlos en climas fríos y de protección contra los insectos.

Más tarde, más o menos a partir de la Revolución Francesa, las mujeres comenzaron a usar ropa interior, pololos y pantaloncillos, que cubrían sus piernas por completo debajo de los vestidos vaporosos. Aunque se tardaron décadas para que se aceptaran los pantalones como ropa interior entre las clases altas, y aún más entre la gente común. Estos últimos continuaron llevando solamente la camisa debajo de la ropa durante la mayor parte del siglo XIX.

Antes del siglo XX, las mujeres europeas y americanas menstruaban con poca frecuencia en comparación con la actualidad. Comenzaban a menstruar más tarde, alrededor de la segunda mitad de la adolescencia y dejaban de hacerlo antes, eso si es que vivían lo suficiente para experimentar la menopausia. Por tanto tenían un tiempo más corto de menstruación.

Se casaban muy jóvenes y se usaban pocos medios de anticoncepción. Su misión era tener hijos y se tenían bastantes, por lo que sus menstruaciones desaparecían, obviamente, con cada embarazo. Amamantaban a sus retoños durante bastante tiempo y, por regla general, durante el periodo de lactancia se suspende la menstruación.

La mujeres eran más propensas a estar bajas de defensas, desnutridas o enfermas (o una combinación de las tres cosas a la vez) y esto también podía detener la menstruación.

Así que no es de extrañar que en los cortos espacios de tiempo en los que tenían el periodo, utilizaran cualquier trapo viejo para absorber la sangre. Esta era al menos la costumbre de las mujeres rurales y de las clases bajas.

El lavado y cambio de ropa interior era considerado como poco saludable ya que las mujeres temían que se bloqueara el sangrado o que causara un sangrado más intenso.

Dos escritores alemanes señalaron que prácticamente solo las mujeres que se dedicaban al teatro usaban esponjas, cojines o almohadillas que se hacían con tela, como protección menstrual. La mayoría de las mujeres sangraban en su propia camisa y a veces durante días sin cambiarse.

Algunos registros escritos alrededor del 1800 sugieren que la ropa interior negra era usada "durante el mes de la mujer".

En el siglo XIX, las mujeres usaban ropa interior con una abertura permanente entre las piernas. Con los vestidos que se usaban entonces, un tipo de ropa interior ideado con el sistema tradicional de tirar de ella hacia abajo a la hora de hacer sus necesidades, hubiera sido muy engorroso.

En este siglo se idearon y registraron diversas patentes para sujetar las toallas sanitarias o almohadillas para el uso de la menstruación.

Un hombre de Chicago diseñó, aunque no llegó a fabricarse, una especie de copa menstrual unido al extremo de un alambre (¡solo un hombre podía diseñar algo así!) la cual a su vez estaba conectada a un cinturón alrededor de la cintura de la mujer.

Llegados al siglo XX la ropa empezó a ser más ligera, por lo que ya no era necesaria la abertura en la ropa interior pues no resultaba incómodo bajarla y los calzones podrían entonces cumplir con su función de ocultar y cubrir los genitales. Pero seguían siendo de pierna ancha y larga hasta mediados de 1930.

En 1914 casi todas las mujeres usaban toallas sanitarias de tela. Las toallas sanitarias se lavaban y si las mujeres no estaban en sus casas porque estaban de viaje y no podían utilizar las instalaciones donde se alojaban, solían quemarlas en la chimenea de la habitación que ocupaban.

Ya en la década de 1890, en Inglaterra, había quemadores portátiles disponibles específicamente para quemar toallas sanitarias. En esta misma década se podían comprar ya las primeras toallas sanitarias desechables.

Al parecer, fue a las enfermeras a quienes se les ocurrió usar como toallas sanitarias, para contener su flujo menstrual, los apósitos y vendajes desechables que usaban para contener la sangre de las heridas de los soldados. Esta idea enseguida tomó forma y empezaron a producirse manufacturas de toallas sanitarias lo suficientemente baratas como para que su uso se extendiera.

Las primeras compresas con adhesivo aparecieron a finales de 1960. Esto fue algo revolucionario pues las mujeres pudieron empezar a deshacerse de los artilugios que hasta ese momento usaban para sujetar sus toallas sanitarias. A mediados de los años ochenta la compresa con cinturón ya no estaba disponible para su venta.

Curiosidades:

- Las mujeres de hoy en día, en general, tiene la menstruación antes y la menopausia les llega alrededor de los 52 años de edad. También demoran la maternidad, a menudo hasta mediados o finales de los 30, tienen menos hijos y no siempre los amamantan. Todo esto conduce a que tengan muchísimos más periodos, algo que en la teoría, no es "ni natural ni sano".

- La ovulación y la menstruación mes tras mes se asocia con muchos problemas de salud, incluyendo un aumento en el riesgo comprobado de cáncer de ovario, anemia asociada con reglas abundantes, quistes ováricos, y endometriosis.

- La actriz Marilyn Monroe sufría un caso grave de endometriosis por lo que se sometió a muchas operaciones y tomó analgésicos durante años lo que, indirectamente, contribuyó a su muerte por una sobredosis accidental de drogas.

- Sangrar a los enfermos como tratamiento para sus enfermedades (esto se alargó hasta el siglo XX) fue algo recomendado por el gran médico griego Hipócrates, después de observar que las mujeres se recuperaban de la hinchazón y los dolores después de comenzar su período. El presidente George Washington se encuentra entre las muchas personas que murieron o enfermaron gravemente por esta práctica tan popular.

- En 1912, el New York Times publicó un artículo en el que se indicaba: " las mujeres no tienen derecho a votar porque son emocionalmente inestables cuando están menstruando y por lo tanto no pueden manejar esta responsabilidad".

- A comienzos del siglo XX, las aspirantes universitarias eran disuadidas de ir a la universidad porque no era buena para su útero. La explicación era que para estudiar se necesitaba toda la sangre en el cerebro y si se quitaba del útero causaría un daño permanente a los órganos reproductivos de la mujer. Un tal Dr. Edward H. Clark escribió un libro en el que sugería que "la educación superior podría causar la atrofia en el útero de la mujer".

- Disney hizo una película educativa sobre la historia de la menstruación. Dura 10 minutos y se hizo en 1946. Lo más probable es que sea la primera película en la que se diga la palabra vagina.


- En el pasado, las iglesias cristianas negaron la comunión a las mujeres que menstruaban.

- Los únicos mamíferos que tiene la menopausia son las elefantas, las ballenas jorobadas y las hembras humanas.

- Un período menstrual completo, por lo general, llena menos de la mitad de una taza de sangre, incluyendo los coágulos. Un sangrado abundante se define por llenar más de una taza por ciclo (usar una compresa o un tampón cada hora durante seis horas seguidas o tener un período que dura más de siete días).

- Los coágulos provienen de los calambres y contracciones uterinas que son tan fuertes y frecuentes que a la sangre no le da tiempo a diluirse antes de salir. Tener coágulos pequeños al día durante el período es normal.

- El sangrado menstrual tiende a ser más pesado y largo durante los meses de invierno

- Cuando nace una niña su número de óvulos nace con ella y tiene alrededor de dos millones. En la pubertad le quedan solo unos 40000 de los cuales menos de 500, con el tiempo, son liberados en realidad.

- Hasta alrededor de los 18 años, los períodos irregulares son muy comunes debido a que el cuerpo todavía está trabajando en perfeccionar el sistema.

- El óvulo femenino es la célula más grande del cuerpo humano y la única célula humana que puede ser vista a simple vista.

- En cierto momento de la historia, las mujeres que se quejaban de dolor menstrual fueron tratadas por psiquiatras ya que los dolores menstruales eran vistos como un rechazo de la propia feminidad.

- Los investigadores han demostrado que las reclusas son mucho más propensas a cometer un crimen violento antes de la menstruación que después.

- Una mujer joven puede tener su primera regla en cualquier momento entre los 10 y los 16 años de edad.

- Las feromonas pueden conducir a la sincronía menstrual. Esta teoría sugiere que las mujeres que viven en estrecha proximidad desarrollan períodos sincronizados.

- Aunque es poco probable, es posible quedarse embarazada durante la menstruación.

- Los estudios demuestran que la luz artificial por la noche influye el ciclo menstrual de una mujer.

- El tampón moderno fue inventado por el Dr. Earle Haas en 1929 y fue llamado "dispositivo catamenial" o "dispositivo mensual." Se registró el nombre de la marca como Tampax.

Un curioso vídeo de promoción de Tampax en Alemania:



- A lo largo de su vida una mujer utiliza 3.500 días en menstruar.

- La edad media para dejar de tener el período son los 51 años aunque los síntomas de la menopausia pueden comenzar tan temprano como a los 32.

- Algunos psicoanalistas, como Freud, han sugerido que la menstruación es una "señal sangrienta de la pérdida de la mujer del pene" y que es un recordatorio a la mujer "de su falta de limpieza e inferioridad."

- Diferentes estudios sugieren que los ritos del matrimonio son una extensión de los ritos de la menarquía, lo que puede explicar por qué muchos vestidos de novia han sido históricamente rojos.

- El nombre de "progesterona" surgió en la Segunda Conferencia Internacional sobre Estandarización de Hormonas Sexuales en 1935, y significa "a favor de la gestación".

Video sobre la colocación de la copa menstrual: 



Se han quedado, como es lógico, muchas cosas por contar o mencionar, pero tampoco se trataba de hacer un artículo interminable. En cualquier caso, podéis hacer vuestras aportaciones al tema añadiendo un comentario.

*Agradezco a Harry Finley que permitiera en su día obtener información de su interesantísima página web http://www.mum.org/  para realizar este artículo.

*Otras fuentes: http://zl.elsevier.es/es, http://www.gurl.com/, http://facts.randomhistory.com/random-facts-about-menstruation.html

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