lunes, 4 de octubre de 2010

Entrevista a Kathleen McGregor


Hace unas semanas tuve el placer de descubrir a esta autora italiana y quedé realmente impresionada con sus obras. La web El Rincón de la Novela Romántica me pidió que la entrevistara para su página y esta es la entrevista que realicé.

Nieves: Kathleen, ante todo queremos darte las gracias por concedernos esta entrevista. Nos gustaría mucho que las lectoras españolas conocieran tu obra. Hemos visitado tu página y nos ha parecido muy interesante.

¿Qué nos puedes contar sobre ti? Sobre tu día a día.

Kathleen: Muchas gracias Nieves, y gracias también a El Rincón de la Novela Romántica por acogerme en vuestra maravillosa y bien informada web y por regalarme esta oportunidad de darme a conocer a los lectores españoles.

Empezaré diciendo que no soy una escritora muy disciplinada, más bien al contrario. Tengo alma de artista, soy impredecible tanto en mi humor como en mi concentración, mi mente nunca deja de elaborar y tampoco se centra en lo que estoy escribiendo en cada momento. Es por esto por lo que no puedo decir que tenga un horario de trabajo.

Algunos días me siento delante del ordenador desde que me levanto hasta que me voy a dormir por la noche, a veces ni siquiera hago una pausa para comer (a menos que sea comida rápida y un montón de caramelos de los que puedes encontrar en cualquier rincón de mi escritorio), sin embargo, otros días debo tomarme continuos descansos... ¡y lo más sorprendente es que no siempre los primeros son los más productivos!

N: ¿El nombre con el que publicas es tu nombre real o un seudónimo?

K: Ah, esto es un misterio. Algunos dicen que es mi nombre real, otros, que es un pseudónimo… quizá sea cierto solo a medias ;) Me encanta este velo de misterio, no sé si realmente estoy dispuesta a desvelarlo.

N: ¿Cómo fueron tus inicios en este mundo de la escritura?

K: Llevo escribiendo desde que era muy joven, pero sólo me di cuenta de que quería escribir mucho más tarde. Primero para mí, para darle sentido a todo el arranque de creatividad y pasión por la aventura que siempre ha caracterizado a mi naturaleza; más tarde para los demás también, porque compartirlo es para mí la verdadera esencia de la felicidad. Vivo mi escritura como una experiencia emocional, y no hay nada mejor para mí que compartir lo que siento cuando escribo.

“Corinna” fue mi primer trabajo de adulta, y supuso un verdadero reto, tanto por su trama compleja y la cantidad de personajes que tuve que manejar, como por la impresionante investigación histórica que supuso. Una vez terminada, estuvo peregrinando por diferentes agencias de publicidad hasta que terminó en manos de mi editor. Un largo camino lleno de ilusiones y de desacuerdos, como para cualquier otro escritor que comienza, pero siempre alentado por las valoraciones de la gente que lo leía, y esto es algo remarcable, teniendo en cuenta que se trataba de un libro de más de 700 páginas.

Algo que he aprendido en mi corta carrera de escritora, es que nunca debes dejar de intentarlo y de creer en ti mismo, porque un día, quizá el que menos te lo esperas, tus sueños pueden hacerse realidad. Esto es lo que me ocurrió cuando “Corinna” fue publicado y obtuvo un inmenso éxito entre los lectores.

N: Hemos visto que tienes novelas con mucha aventura. Una saga de corsarios que empezó con la historia de Corinne y que consta de cuatro volúmenes. Este tipo de historias les encantan a las lectoras españolas. ¿Por qué te animaste a escribir sobre la piratería?

K: Crecí cultivando pasión por la aventura y el mundo de la piratería siempre ha ocupado un lugar muy importante en ella, así que, cuando se me ocurrió la idea de “Corinna”, fue un hecho natural para mí que mi héroe fuese un corsario. Además, siempre he encontrado a las novelas románticas de piratas muy ficticias, muy lejanas a como realmente me gustan a mí.

El mundo de los bucaneros es incuestionablemente fascinante, pero era muy diferente a como hoy en día se plasma en las novelas románticas, era violento y cruel, los hombres que formaban parte de las tripulaciones eran esclavos, criminales, mercenarios, ladrones, asesinos y, en las mejores circunstancias, se dedicaban a los robos e incursiones a lo largo de las costas. Los piratas y los corsarios son figuras que inspiran fantasía, pero sus héroes, como norma general, deben poseer una personalidad con algún que otro valor, y esto, en la realidad, ocurría sólo raramente.

Apañárselas para escribir una creíble historia de amor en este contexto, haciéndola lo más realista posible, es muy difícil, así que decidí que tenía que ver si era capaz de lograrlo.

“The Brotherhood of the Coast” (la Hermandad de la Costa), a la cual pertenecen los personajes de mis libros, era puramente masculina, salvo raras excepciones, y no era raro que sus miembros establecieran algún tipo de equilibrio entre ellos o desarrollaran amistad y camaradería.

Al contrario de lo que ocurría en la Marina Militar, donde el comandante del barco era elegido por las autoridades militares y los miembros de la tripulación debían obedecer sus órdenes, en un barco pirata las cosas eran diferentes. El capitán era elegido por la tripulación, incluso sabiendo que era él quien tenía el poder de decidir sobre la vida y la muerte de todos ellos, y para mantener este poder, debía probar constantemente que era merecedor de él.

Una amistad como la de Dorian, Walter y John, es algo que realmente puede ocurrir en este tipo de contexto. No había previsto escribir un libro para cada uno de ellos, pero cuando terminé “Corinna”, me enamoré tanto de estos personajes que no podía soportar la idea de dejarlos, además, dejé algunas historias secundarias pendientes y pensé que lo correcto era retomarlas y terminarlas. Así es como surgió la Saga de los Corsarios.

N: ¿Te resulta complicado buscar documentación para tus novelas?

K: Recoger información sobre La Hermandad de la Costa y la sociedad de los Bucaneros, sobre los barcos y la navegación del siglo XVII, sobre las hazañas de los corsarios más famosos, como Henry Morgan, quien juega un papel muy importante en “Corinna”, fue una maravillosa aventura, y no puedo contar las horas y los días que necesité para investigar. La parte más difícil fue encontrar las fuentes que necesitaba, especialmente con el fin de aprender cómo se construían los barcos, cuáles eran las diferencias entre galeones, fragatas y barcos corsarios. La fuente más importante y más útil fueron los libros y cualquier tipo de publicación histórica, como por ejemplo la “historia de los Bucaneros de América”, de Alexander Oexmelin, por primera vez publicado en 1678.

Además, Internet es una herramienta muy útil, especialmente para escritores como yo, que adoramos los datos exóticos, puesto que te permite entrar en mundos que, de otra manera, serían geográficamente inalcanzables.

El trabajo de investigación para mí es tan importante como la trama de la historia o el estudio de los personajes y es fundamental para conseguir recrear un mundo como éste y hacerlo de la manera más realista posible, porque un sólido contexto histórico da a la novela una verdad igualmente sólida, incluso cuando hablamos de una novela de ficción.

N: Descríbenos a tus personajes masculinos, desde tu punto de vista. ¿Con qué vamos a encontrarnos?

K: Cada personaje es un hombre de su tiempo, y si ese tiempo consiste en una realidad como la de los Bucaneros, de violencia y crueldad, debemos tener el valor de dar a los lectores, por lo menos, una idea de cómo era, con el fin de hacer al personaje creíble desde el punto de vista histórico.

Obviamente, un ambiente como ese podría no ayudar, pero afecta el carácter de mi personaje, por esta razón, se trata de una cuestión de encontrar el equilibrio entre la violencia y el código de honor.

Los Piratas y corsarios, durante la edad de oro de los filibusteros y los bucaneros, y también a lo largo del resto de los sigilos, se dejaban llevar por el deseo del pillaje y de hacer dinero de cualquiera de las maneras que encontrasen a su alcance. La diferencia entre ellos es que los últimos ponían sus barcos y su gran experiencia y conocimiento de las colonias al servicio de sus Gobiernos y actuaban con su autorización.

Como he dicho anteriormente, los corsarios de nuestra imaginación, raramente se corresponden con los reales, pero esto es inevitable.

En aquella época, un montón de hombres, la mayoría esclavos, eran llevados a las plantaciones como criados, y huían para encontrar, entre las filas de los bucaneros, una vida de hombres libres y poder tener la oportunidad de alcanzar éxito como individuos, no gracias a los títulos o a los nacimientos como ocurría en la sociedad normal.

El concepto de héroe romántico en las novelas de piratería, al menos desde mi idea de héroe romántico, está conectado, precisamente, con la idea de búsqueda de libertad. Es un hombre que demuestra que es capaz de sobrevivir a una realidad de este tipo, de mantenerse, de hacerse un nombre, de controlar totalmente su vida, pero al mismo tiempo, mantiene vivos algunos valores a nivel personal, un sentido del honor que le hace distinguirse del resto.

Este es el tipo de hombres que encontraréis en mis libros.

Siempre he pensado que los mejores héroes son aquellos que tienen un lado oscuro, como los mejores cuadros, donde la oscuridad de las sombras brinda un rayo de esperanza. Incluso en este tipo de personajes, su lado oscuro encierra su lado más positivo.

Obviamente, en una novela que cuenta, además, una historia de amor, el amor se convierte en algo crucial en la evolución psicológica del héroe, representa su salvación, la razón por la cual lucha sus batallas, y al mismo tiempo, la razón para dejarlo todo.

N: ¿Tus heroínas son todas como la arriesgada y valerosa Corinne McPherson? ¿Qué cualidades tienen tus protagonistas femeninas?

K: Mis heroínas son muy diferentes unas de otras, pero sí, creo que es el coraje lo que tienen en común, independientemente de que cada una de ellas lo viva y lo demuestre de distintas maneras.

Corinna, Glen, Alma… En cuanto a la gente real, lo que ellos son a cada momento en los cuales se ven retratados en mis novelas, es el resultado de sus vidas, de la manera en que fueron educados, de los valores que a cada uno se le enseñó, de las experiencias vividas, y cada acto o palabra suya es una expresión de lo que realmente son.

Corinna fue educada como un chico y se la enseñó a luchar y a usar armas, Glen creció en un ambiente muy protegido, Alma tuvo una infancia en soledad y falta de afecto… todas son circunstancias muy diferentes que pueden modelar, reprimir o enfatizar la naturaleza de cada persona, exactamente igual que puede pasarle a cada uno de los lectores.

N: ¿Te resulta muy complicado escribir una escena de sexo?

K: Las escenas de sexo son siempre muy difíciles, porque envuelven las esferas más íntimas de mis personajes, no sólo en el plano físico, sino también, y especialmente, en el emocional, en los pensamientos y sentimientos. Y pasan a tomar parte los factores que he mencionado antes, la naturaleza de cada uno, el contexto de su vida, los cuales hacen cada experiencia sexual inevitablemente diferente unas de otras. En mi opinión, tener la habilidad de representar la sensualidad, el éxtasis, la pasión tanto física como emocional, de envolver a los lectores, es un gran mérito para un autor, y espero haber hecho un buen trabajo en este campo.

N: ¿Por qué crees que a las lectoras españolas les pueden gustar tus novelas? ¿Qué ofreces en ellas?

K: Siempre he creído que los españoles son gente apasionada, y siempre me he sentido muy cercana a ellos y fascinada por España, por su historia y cultura, me encanta el flamenco y los fantásticos Pura Raza Españoles, y me gusta el sonido del idioma, quizás porque mi abuela tenía orígenes españoles y creo que he heredado una o dos gotas de sangre española.

Mis novelas están ambientadas en la época en la que los españoles y los ingleses se disputaban el control del mar Caribe, muchos de mis personajes son españoles y las tramas se mueven entre las colonias del Nuevo Mundo, Inglaterra y España. Dos de mis heroínas más queridas son españolas: Alma, la protagonista de “L’irlandese”, y Soledad, la heroína de un libro que estoy escribiendo ahora mismo.

En mis libros se puede encontrar historia, aventura, acción, pasión, peligro, pero también tienen puntos en común y están estrechamente conectadas, a pesar de ser totalmente diferentes entre ellas.

En la primera, “Corinna”, la trama es enteramente de aventura y está totalmente ambientada en el mundo de los Bucaneros y los filibusteros. La segunda, “Cuore Pirata”, se caracteriza por su ritmo agitado, por la búsqueda de un tesoro que envuelve a multitud de personajes. La tercera, “L’Irlandese” es la novela final, la de la redención, la historia de un amor diferente que puede superar cualquier adversidad.

N: ¿Te has planteado alguna vez centrar una de tus novelas en la Historia de Italia?

K: Últimamente he pensado en eso muchas veces. Tuve una idea para una novela ambientada en algún lugar de Italia durante la era medieval, en el tiempo de las cruzadas, pero aún no la he fijado. Antes o después, supongo que trabajaré en ella, cuando termine mis actuales proyectos.

N: ¿Qué opinas acerca de que las portadas de las novelas románticas lleven, en la mayoría de los casos, una pareja… escasa de ropa? ¿Crees que ese erotismo anima a comprarlas? ¿Deberían, quizá, ser menos agresivas en ese sentido?

K: Anteriormente dije que era una artista y es verdad, antes de empezar a escribir adoraba pintar, y desde un punto de vista artístico, realmente aprecio la calidad de los cuadros y pinturas que se utilizan como portadas de las novelas románticas. No puedo dejar de admirar la habilidad de los artistas que, en la mayoría de los casos, consiguen plasmar la intensidad de esos momentos.

Como escritora, sin embargo, encuentro que este tipo de portadas es muy restrictiva para el género, tienden a igualar muchas novelas diferentes, tanto en contenidos como en escritura y esto no siempre es bueno.

¿Pueden hacer que la gente quiera comprarlas? En el pasado seguramente sí, y probablemente siga haciéndolo en un cierto grado, pero los gustos están cambiando y las editoriales, al menos unas pocas, empiezan a utilizar diferentes portadas.

Desgraciadamente, este tipo de portada se ha convertido en un tipo de icono para este género, con todas sus buenas y malas implicaciones, y muchas editoriales, incluyendo las italianas, de novela romántica se niegan a cambiar este tipo de política.

En cuanto a mí, compraría muy a gusto, las de artistas como Jon Paul o Lynn Sanders, por ejemplo, pinturas que representas a los personajes principales de mis historias, porque sus trabajos son realmente capaces de hacer que el público sueñe despierto, pero en mis libros, me gustaría contar con portadas que representasen los contenidos y que no enfatizaran solamente el lado romántico, el cual es sólo uno de los elementos.

N: ¿Te consulta la editorial a la hora de elegir las portadas o te las dan ya confeccionadas?

K: Las portadas de mis novelas, a pesar de que no me satisfacen, no me entristecen, puesto que podrían ser peor teniendo en cuenta la tendencia en Italia.

Las portadas de “Corinna” y “Cuore Pirata” fueron elegidas por la editorial. Cuando “Corinna” se hizo pública, recuerdo que me preocupó el hecho de ver una portada que mostrara una mujer prácticamente desnuda lanzándose a los pies de un hombre… un dibujo totalmente opuesto a mi carácter, pero debo decir que la editorial escuchó mis plegarias y me dio un fuerte y salvaje macho y una heroína vestida.

Para la portada de “L’Irlandese” la editorial mantuvo el dibujo que encontré en Internet y que incluí en mi manuscrito. Era un trabajo de Judy York y era muy representativo, parecía hecho para mi historia. A excepción de los trajes, que no eran históricamente correctos, presentaba a Alma y Juan, mostrando al fondo una visión fugaz de Irlanda y un barco en el mar, símbolos de las dos vidas de Juan.

Para el futuro, espero participar en la decisión de las portadas de mis novelas, pues siempre resulta desagradable para una autora ver en su trabajo un dibujo que no lo representa como debería.

N: ¿Cómo ves el mundo de la novela romántica a nivel internacional? ¿Crees que es un género que se menosprecia, que se considera género de segunda clase?

K: El Mercado demuestra que el género de la novela romántica, en todas sus variedades, es el género que más vende, pero generalmente este éxito no es un reflejo de su valoración cualitativa. Está esencialmente relegado a un género comercial, pero desde el punto de vista literario continúa siendo discriminado.

Tal como el resto de los géneros, el romántico tiene su propia dignidad literaria, y debería ser reconocido sin reservas. El público, y especialmente las editoriales, deberían comenzar a apreciarlo honestamente, juzgando los trabajos de acuerdo a su calidad intrínseca y no sólo por ser novela romántica. Desgraciadamente esto en Italia aún resulta difícil. Sólo ahora las editoriales comienzan a mostrar un ligero interés en el género, especialmente después de descubrir la fantasía paranormal y urbana, gracias al éxito mundial de Crepúsculo.

Para una autora de novela romántica histórica, en Italia aún es muy difícil conseguir ser sólo publicada y no representada también por agentes literarios.

N: Además de la cuarta entrega de la Saga Corsarios, ¿en qué estás trabajando? ¿Con qué vas a deleitar a tus lectoras?

K: La novela que estoy escribiendo ahora mismo será la última parte de la Saga de los Corsarios, al menos por un periodo largo de tiempo. Como adoro explorar nuevos mundos y enfrentarme a nuevos retos, decidí dedicarme a proyectos completamente diferentes, una trilogía de novelas con temática contemporánea y futurista y fuertes elementos de fantasía urbana y paranormal. La primera novela, titulada “Phoenix”, ya está terminada, está principalmente ambientada en Alaska, una tierra que me ha conquistado, literalmente.

Me ha pasado seis meses recogiendo información y haciendo investigación histórica, porque, a pesar de ser contemporánea, la historia tiene profundas raíces en tiempos más antiguos y contiene trazos religiosos, mitológicos y leyendas.

Las demás novelas aún están sin escribir, están esperando que las plasme en el papel.

A diferencia de muchos otros colegas, yo no puedo trabajar en diferentes proyectos al mismo tiempo, el cuidado que yo pongo en cada detalle, la necesidad de sentirme totalmente inmersa en el mundo que estoy creando, no me permite dividir mi atención en otros proyectos.

Esta también es la razón por la que durante muchos años he tenido un proyecto sin terminar, y que más tarde tuve que posponer por otras prioridades. Se trata de una novela ambientada en la antigua Bretaña por la que realmente apuesto, a pesar de haberla abandonado una y otra vez. Ciertamente se ha convertido en uno de mis proyectos futuros.

N: Esperamos poder tener muy pronto tus novelas en España. Las aventuras y las batallas son una mezcla que nos atrae mucho. Te deseamos –y nos deseamos- suerte, para poder disfrutarlas pronto aquí, y te damos las gracias, Kathleen, por concedernos un poco de tu tiempo.

K: Gracias por hacerme vuestra invitada y por brindarme la oportunidad de darme a conocer a vuestras lectoras. Espero que en un futuro no muy lejano, las lectoras españolas puedan conocerme más a través de mis libros.

Ha sido un placer y un honor ser entrevistada por Nieves Hidalgo.

Quizás la literatura romántica aún no está justamente valorada, pero realmente tiene el afecto y la devoción de sus lectoras, que son muchas, y esto es lo más importante.

N: Ha sido un placer hablar contigo y deseamos de todo corazón que la próxima vez que te entrevistemos sea con motivo de la publicación de una de tus novelas en nuestro país.

K: Un caro salute, un cariñoso saludo.

Kate

VISITA LA WEB DE KATHLEEN MCGREGOR Tiene un apartado en español donde podrás leer las sinopsis de sus novelas y algún primer capítulo.



3 comentarios:

Anabel Botella dijo...

Qué ganas de leer las novelas de esta autora. Me ha dejado con las ganas, y más ahora que me apetece leer RA.

Marta L.Esteban dijo...

Vi la entrevista cuando se publicó en el rincon y como vi que estaba hecha por Nieves pues no pude dejar de leerla...
Me ha gustado mucho y como dice Anabel me ha dejado con ganas de empezar con alguna obra suya.
¡Un beso muy grande!

Nieves Hidalgo dijo...

¿A que sí? ¿A que dan ganas de irse y comprar sus novelas?
A mí me tiene fascinada.
Gracias por entrar, amigas.

Mil besos